La crisis de los franquiciados que ha provocado la pandemia por el COVID-19

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Tras el estado de alarma decretado en España el pasado mes de marzo de 2020, fueron muchísimas las empresas y franquicias que tuvieron que cerrar sus puertas sin saber, a ciencia cierta, cuando podrían volver a abrir. Sin embargo, las facilidades de pago y las deudas que ocasionan normalmente los negocios de hostelería (para hacer frente, entre otras cosas, al abastecimiento y al alquiler del local) nunca fueron suficientes. 

Así, más de un año después de que comenzase esta situación de pandemia mundial, han sido miles los franquiciados que no han resistido a esta crisis. Además del endeudamiento provocado por el parón total de la economía durante el primer estado de alarma, hoy en día la situación tampoco ha mejorado mucho desde entonces. 

De hecho, según el Abogado Jose Zamarro, experto en franquicias: “Los franquiciados de la hostelería están pasando por una de las peores situaciones de su historia. Después de observar lo ocurrido en este último año, está claro que en los próximos meses y años veremos un aumento del cierre de establecimientos por no poder hacer frente a las deudas derivadas de esta crisis. Ahora mismo, los ERTES y los préstamos avalados están atrasando las difíciles decisiones de cierre, sin embargo, los especialistas en el tema apuntamos que se trata de una situación que no se podrá prolongar por mucho más tiempo.”

Un varapalo para todo tipo de franquicias

La crisis provocada por el Covid 19 ha sido un reto para todos que, en términos generales, no ha dejado muy buenas cifras. El balance, aunque ahora empieza a tener ciertos tintes positivos, lo cierto es que ha dejado una estela de negocios en quiebra que no han podido hacer frente al pago de sus deudas. Literalmente de la noche a la mañana, miles de franquicias en todo el país se vieron obligadas a parar su actividad, pasando de un año (el 2020) que prometía grandes números para la economía a tener un cero por ciento de actividad. 

Esto, unido a la incertidumbre y el desconcierto por no haberse enfrentado nunca a una situación, siquiera, parecida, ha provocado una auténtica crisis de las franquicias que hoy en día lucha por volver a flote. Así, a pesar de que ha sido más de un año con intensas dudas sobre si las franquicias podían volver a salir adelante, hoy por hoy, parece que los esfuerzos se centran en volver a esa normalidad. 

No obstante, las deudas no entienden de pandemias y las ayudas a los franquiciados tampoco son suficientes, por lo que las franquicias se enfrentan, a día de hoy, a uno de los mayores retos de su historia: hacer frente a las exigencias del pasado, trabajando en el presente para poder mantener los negocios intactos en el futuro. 

Las franquicias, un negocio de estructura compleja

Según los últimos sondeos realizados a los franquiciados, se puede observar que las franquicias de hostelería han sufrido más que otros negocios dentro de esta crisis. Al fin y al cabo, las franquicias son compañías con locales repartidos en distintas ubicaciones dentro del mismo país y cada una de ellas cuenta con sus propias posibilidades, pero siempre dependiendo de una compañía central que las une a todas. 

Esto, aunque pueda parecer una ventaja, lo cierto es que complica todavía más la toma de decisiones y dificulta también el hecho de tomar medidas concretas que se puedan aplicar a todas las delegaciones de la franquicia. 

Así, se vuelve imprescindible apostar por la comunicación directa y transparente, como una forma de desarrollar un plan de contingencia. No obstante, aún así, lo cierto es que en la práctica los sistemas de las franquicias hacen difícil, por su propia naturaleza, el hecho de afrontar una serie de acciones comunes. 

La vista puesta en el futuro de las franquicias

En la actualidad, donde ya empezamos a ver ampliaciones en el ámbito de la hostelería, es donde las franquicias han puesto sus objetivos. A pesar de que la pandemia sigue provocando que, después de más de un año, los establecimientos sigan teniendo un aforo limitado y un horario reducido por el toque de queda que les obliga a reducir su actividad económica, lo cierto es que ya se ve la luz al final del túnel. 

A pesar de que la pandemia ha dejado secuelas en las franquicias por su forma de trabajar, hoy en día tanto directivos como franquiciados y trabajadores se esfuerzan por conseguir los máximos beneficios. Así, se han mejorado ciertos protocolos y se ha priorizado la eficiencia frente a la necesidad de sacar la franquicia adelante; se han ajustado los márgenes de beneficios, se han reducido al máximo los gastos más superficiales y, en definitiva, se han buscado métodos que ayuden a sobrellevar la situación de la mejor manera para todos. 

El ansia de los trabajadores por volver a sus puestos en las franquicias y de los franquiciados por sacar sus negocios adelante se han puesto como la máxima prioridad ahora mismo, permitiendo, poco a poco, reestablecer la normalidad en la que se vivía antes de la aparición de la pandemia. 

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