Las estadísticas lo dejan claro, las crisis económicas que, sucesivamente, están padeciendo las familias hacen que aumenten los conflictos y terminen en divorcio. La popular frase “cuando la pobreza entra por la puerta el amor salta por la ventana” se hace más real que nunca en estos tiempos
En esta época tan dura de crisis económica, tras un año de pandemia, los datos reflejaban un aumento notable en el número de divorcios en la sociedad española. El CGPJ (Consejo General del Poder Judicial) notificó que, en el tercer trimestre del 2020, el número de demandas de divorcios y separaciones aumentó nada menos que un 16 % con respecto al mismo periodo del año anterior.
Es fácil de entender que las dificultades y la inestabilidad económica comprometen a la sociedad y, por ende, también a las familias. Una situación, la del aumento de separaciones y divorcios, que no es nueva, ya ocurrió en la pasada crisis económica del 2008 con la burbuja inmobiliaria, se repitió con la pandemia vírica y vuelve a ocurrir a tenor de lo que está ocurriendo con la contienda bélica en Ucrania.
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Métodos para agilizar un divorcio
Con este considerable aumento en el número de divorcios, los juzgados, ya de por sí bastante saturados, alargan sine die las fechas para proceder a la separación de un matrimonio de forma legal. Estos atrasos son especialmente extensos en grandes ciudades, como Barcelona o la propia capital del país.
Afortunadamente, existe el divorcio notarial Madrid, un sistema creado para gestionar un divorcio de manera rápida y económica, existiendo abogados altamente especializados en esta materia. En contraposición, en los juicios contenciosos, además de aumentar el coste económico considerablemente, el tiempo también de dilata en exceso, produciéndose muchas situaciones de tensión y enfrentamiento.
¿En qué consiste un divorcio notarial?
La diferencia fundamental en este tipo de divorcios es que se lleva a cabo ante un notario, esto evitará el largo proceso que suele arrastrar el tradicional proceso judicial. Una fórmula que se permite en España desde el 2015, con la reforma en el régimen de divorcio que abría esta nueva posibilidad.
Se trata, como cabe suponer, no solo de una forma más rápida, sino también más sencilla, sin tantos trámites burocráticos y, por supuesto, mucho más económica. Aunque hay que tener en cuenta que es un procedimiento que no puede aplicarse en todos los casos, ya que deberá cumplirse una serie de requisitos formales.
Los trámites que hay que cumplir para hacer efectivo un divorcio notarial comienzan por aceptar que ambos componentes de la pareja están de acuerdo en llevar a cabo la disolución del matrimonio. Siendo así, se deberá cumplir con los pasos siguientes.
La elección del notario
El notario elegido deberá llevar a cabo sus competencias dentro del entorno del domicilio habitual de ambos o de uno de los cónyuges.
La elección de un abogado
Es imprescindible designar un abogado de familia (artículo82 del Código Civil y artículo 54.2 de la Ley del Notariado), ya que será el encargado de redactar el convenio regulador, además de asesorar a ambas partes o interceder para la conciliación de ambas partes en caso de desacuerdo.
La redacción del convenio regulador
Este documento, realizado de común acuerdo por las partes implicadas en un divorcio, tiene como objetivo regular todos y cada uno de los aspectos que van a dirimir el día a día cuando se termine el proceso de separación legal. Parte de su contenido estará relacionado con el cuidado de los hijos sujetos a la patria potestad de ambos excónyuges. Incluirá, en este sentido, el régimen de comunicación, manutención y estancia. Así mismo, deberá aparecer la atribución del uso de la vivienda familiar, el ajuar, las cargas, los alimentos, las bases de actualización, la liquidación (si procede) del régimen económico conjunto, pensión compensatoria…
Junto a estos datos habrá que presentar DNI,s de los componentes del matrimonio e hijos, libro de familia, certificado de matrimonio, documentación de los hijos y certificado de empadronamiento.
Últimos pasos
Los últimos pasos serán la comprobación de estos documentos y el cumplimiento de los requisitos, el establecimiento de una fecha para ratificar el convenio y la presentación de los cónyuges en la Notaría para hacer efectivo el divorcio.
La opción elegida cuando hay poco dinero
En cualquier caso, es la fórmula ideal para aquellos que suelen retrasar la decisión por falta de liquidez para pagar a los abogados. Así mismo, existen divorciados viviendo en la misma casa, pues, como se ha dicho, uno de los grandes problemas es el dinero, poder costearse la vida por separado, las limitaciones económicas, escasos e inestables ingresos para cubrir mayores necesidades (al vivir por separado). Vivir juntos estando separados o divorciados legalmente (haciendo vidas por separado habiendo terminado la relación sentimental) supone exponer a una mayor tensión de la que pueden soportar la mayoría de las relaciones familiares.
Por este tipo de situaciones y por recibir un buen asesoramiento legal, la intervención de un abogado especializado en estos tramites se contempla como necesario. Aunque en estos casos el asesoramiento es común, es decir, el ahorro está garantizado, pues un mismo letrado asesorará a ambos componentes de la pareja. En última instancia, si hubiera algún tipo de discrepancia, será el notario quien decida si se cumplen todas las exigencias para este tipo de divorcio.